Pareciera que cada cierto tiempo un producto desaparece o su producción decae debido a diversos factores. Así ha sucedido con el aceite, los cigarros, el café, y ahora le toca el turno al pan en La Habana; uno de los alimentos de mayor demanda por la población.
Justo este martes, medios oficiales cubanos anunciaron la decisión de reducir el consumo de harina en la capital.
Durante reciente reunión del Grupo Temporal de Trabajo en La Habana, Julio Martínez Roque, coordinador del Gobierno, explicó que la anterior decisión se debe a “atrasos ocurridos con el arribo del trigo y la harina”.
Además, señaló que la medida de reducir el consumo de harina, y por tanto el de pan en La Habana, también obedecía a “los altos precios que tienen hoy en el mercado los servicios marítimos”.
Pan y dulces en La Habana
Según Martínez Roque, hasta el momento solo se garantizaría el pan en La Habana destinado a la canasta familiar normada, y la población penal.
Igualmente para Salud pública, los niños sin amparo familiar, hogar de ancianos, hospitales psiquiátricos y el de la Cadena cubana del pan.
No obstante, anunciaron que el desabastecimiento de harina en la capital es tan grave, que “en estos momentos no se pueda garantizar el pan de consumo social de un grupo de organismos, el de la Gastronomía, y de Educación”.
Esta situación complejiza el tema gastronómico en la capital, pues el pan y los productos realizados con harina son imprescindibles para desayunos, meriendas, dulces e incluso comidas principales.
Además, podría disparar aún más los precios de cakes, otros dulces, galletas; así como las jabas con pan que se comercializan en el mercado informal en La Habana; y que en la mayoría de los casos se mueven entre los 80 y 130 pesos cubanos (CUP).
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