LA HABANA – En un movimiento que reconoce la persistente brecha digital en Cuba, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA) ha anunciado la ampliación de su red de teléfonos públicos, con especial énfasis en hospitales y centros penitenciarios, donde la comunicación se convierte en un derecho vital en medio de las limitaciones económicas y tecnológicas que enfrenta el país.
Comunicación como derecho: Los lugares que marcan la prioridad
La directiva de red de ETECSA, Subel Alonso, ha confirmado a través de sus redes sociales que la instalación de nuevos teléfonos públicos tendrá como prioridad absoluta los hospitales, especialmente en las áreas de hospitalización donde pacientes y familiares necesitan mantener el contacto durante momentos de vulnerabilidad.
“Estos puntos de comunicación resultan indispensables ante la limitada disponibilidad de teléfonos móviles, los altos costos de los planes de datos y las restricciones económicas que dificultan el acceso masivo a la tecnología digital en Cuba”, explicó Alonso en su declaración oficial.
Voces desde la realidad: Testimonios que revelan la importancia del servicio
María López, familiar de un paciente hospitalizado en La Habana, compartió con emoción cómo estos teléfonos públicos se han convertido en un salvavidas emocional: “No todos podemos pagar un celular ni mucho menos un paquete de datos. Estos teléfonos en el hospital han sido una bendición, porque me permiten hablar con mis hijos cuando estoy acompañando a mi madre ingresada”.
En el ámbito penitenciario, la situación es igualmente crítica. Raúl González, padre de un joven recluido en Villa Clara, expresó: “Cada llamada es un alivio. Aunque sean pocos minutos, escuchar a mi hijo me da tranquilidad. Si no fuera por los teléfonos públicos, el contacto sería casi imposible”.
Detrás de la decisión: El complejo contexto económico que enfrenta ETECSA
La estrategia de expansión de ETECSA no puede desligarse del complicado panorama económico actual de la isla. La empresa estatal enfrenta desafíos significativos que incluyen:
- Altos costos operativos por la necesidad de importar equipamiento tecnológico
- Pago de licencias internacionales que elevan los gastos operativos
- Presupuesto limitado para mantenimiento y expansión
- Impacto de la dualidad monetaria y la inflación en la capacidad de inversión
- Restricciones financieras externas que limitan el acceso a tecnología
Estos factores combinados crean un escenario donde la modernización de los servicios se vuelve un desafío constante, a pesar de la voluntad de mantener este servicio esencial.
La otra cara de la moneda: Reclamos por calidad y mantenimiento
Si bien la expansión es bienvenida, los usuarios también exigen mejoras en la calidad del servicio existente. Jorge Martínez, vecino de Santiago de Cuba, expresó una preocupación compartida por muchos: “A veces los teléfonos no funcionan o la línea se corta. Es importante que ETECSA no solo los mantenga, sino que también los repare con rapidez”.
Estos reclamos revelan que la cantidad no debe ser el único objetivo; la calidad y la fiabilidad del servicio son igualmente cruciales para garantizar el derecho a la comunicación.
Más allá de la tecnología: Inclusión social en tiempos de desconexión
La telefonía pública en Cuba se ha convertido en mucho más que un servicio tecnológico; representa un mecanismo de inclusión social en un país donde la conectividad digital sigue siendo un privilegio para determinados sectores. La presencia de teléfonos en hospitales y prisiones contribuye directamente a reducir la brecha comunicacional y garantizar que ningún ciudadano quede completamente aislado.
El futuro de la telefonía pública: ¿Hacia dónde va ETECSA?
Aunque la empresa no ha detallado cifras concretas sobre la expansión planificada, el compromiso con el mantenimiento de este servicio tradicional en plena era digital sugiere un reconocimiento de la realidad cubana: la tecnología no puede avanzar al mismo ritmo en todos los sectores sociales.
Los analistas del sector señalan que, mientras no se resuelvan las barreras económicas y de acceso a la tecnología móvil, la telefonía pública seguirá desempeñando un papel crucial en la comunicación cotidiana de miles de cubanos, especialmente en los sectores más vulnerables de la población.
Impacto social: Un servicio que salva vidas y mantiene familias unidas
Más allá de las cifras y los anuncios corporativos, la expansión de la telefonía pública en Cuba representa un reconocimiento tácito de que, en tiempos de crisis, los servicios básicos de comunicación pueden marcar la diferencia entre el aislamiento y la conexión, entre la desesperanza y el alivio de escuchar la voz de un ser querido.
Para las familias con hospitalizados, para los reclusos y sus seres queridos, para aquellos que no pueden acceder a un celular, cada teléfono público instalado representa un puente hacia la normalidad en medio de circunstancias extraordinarias.